Esta es la crónica fotográfica de un sábado genial en un pueblo medieval no menos genial, en el que se come y bebe de manera inolvidable, recuerdos que se quedan en la memoria de sabores y olores de ese lugar y cada vez que alguno de esos olores o sabores se cruzan en tu vida, te hacen evocar vivencias pasadas y viene a tu memoria irrevocablemente ese día maravilloso.
1 comentario:
¡Magníficas! has elegido el escenario perfecto y te has lucido otra vez, la número 14 me parece muy bonita, tanto como tu forma de expresión a la hora de presentar la entrada. Un saludo C.A.
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